La toxina botulínica, conocida comúnmente como toxina botulínica tipo A, es un tratamiento ampliamente utilizado en medicina estética para reducir las arrugas y líneas de expresión faciales. Esta sustancia se deriva de una bacteria llamada Clostridium botulinum y actúa bloqueando temporalmente los impulsos nerviosos que causan la contracción de los músculos faciales, lo que resulta en una apariencia más suave y rejuvenecida de la piel.

¿Cómo Funciona la Toxina Botulínica?

La toxina botulínica se administra mediante inyecciones en áreas específicas del rostro, como la frente, el entrecejo y las patas de gallo. Una vez inyectada, la toxina bloquea la liberación de acetilcolina, un neurotransmisor que controla la contracción muscular. Esto provoca una relajación temporal de los músculos tratados, lo que suaviza las arrugas y líneas de expresión y previene la formación de nuevas.